viernes, 30 de noviembre de 2012

Destino, por Daniela Della Bruna

No ha cambiado nada en realidad,
pero este es un mundo nuevo.

El tiempo ha borrado las cadenas,
se ha unificado,
después de juego de desdobles
y de espejos.

Todo ha vuelto a ser lineal,
se rompió el espiral de paralelos,
porque he vuelto yo también de un viaje oscuro,
que no quise rechazar, por más reclamos que haya hecho.

El destino es uno, no hay un plan de escape,
y es mejor así, visto de nuevo,
porque lo que queremos se ampara tanto en la vanidad,
en la equivocación, en la absurda ceguera de todo lo terreno.

Si no hubiera un destino estaríamos perdidos
en el laberinto de nuestros deseos.

Y ese destino se cumple, clandestinamente,
lo cumplimos nosotros mismos aunque lo neguemos.
Pero ese destino no es lo que pensamos, nunca,
gracias también por eso.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Milonga del marginado paranoico, de Paco Urondo

MILONGA DEL MARGINADO PARANOICO

de Poemas póstumos
Parece mentira
que haya llegado a tener
la culpa de todo lo que ocurre
en el mundo; pero es así. Han tratado
de disuadirme psicólogos y sociólogos de mi tiempo,
me han dado razones de peso técnico largamente
formuladas y
parcialmente ciertas. Pero
yo sé que soy culpable de los dolores
que aquí siento y recorren el mundo; de las soledades
que lo van vaciando: quisiera saltar
como Juan L. Ortiz, vociferar
como Oliverio Girondo, pero: primero, ellos me ganaron
de mano; segundo, no me sale bien y aquí
empieza todo nuevamente: otro sufrimiento
igual a diapasones y recursos
que conozco perfectamente y que no vale la pena
repetir: primero, para no emularlos; segundo, porque
tendré que ir
reconociendo que no he sabido
hacerme entender. Y esto es agudo como un ataque
que nos traga la lengua; pido entonces disculpas
por la mala impresión, por las exageraciones.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Un año

Hola amigos, el 1 de noviembre este blog cumplió un año, prometo hacer más periódicas las entradas y seguir compartiendo algo de lo que leo y algo de lo que escribo.
Gracias a los que siguen leyendo.
"Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana" (La sociedad de los poetas muertos)
Hasta el próximo poema...

One art by Elizabeth Bishop

Un arte.

El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, las horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.
Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.
Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.
Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.



(Traducción en versión de la película “In her shoes” tomado de http://derepenteundia.blogspot.com/2007/02/un-poema-de-elizabeth-bishop.html)