miércoles, 31 de enero de 2018

Al rencor, Silvina Ocampo

No vengas, te conjuro, con tus piedras;
con tu vetusto horror con tu consejo;
con tu escudo brillante con tu espejo;
con tu verdor insólito de hiedras.

En aquel árbol la torcaza es mía;
no cubras con tus gritos su canción;
me conmueve, me llega al corazón,
repudia el mármol de tu mano fría.

Te reconozco siempre. No, no vengas.
Prometí no mirar tu aviesa cara
cada vez que lloré sola en tu avara
desolación. Y si de mí te vengas,

que épica sea al menos tu venganza
y no cobarde, oscura, impenitente,
agazapada en cada sombra ausente,
fingiendo que jamás hiere tu lanza.

Entre rosas, jazmines, que envenenas,
¿por qué no te ultimé yo en mi otra vida?
Haz brotar sangre al menos de mi herida,
que estoy cansada de morir apenas.

Silvina Ocampo - Poesía Completa Vol I

martes, 30 de enero de 2018

Enero, de Margaret Atwood

Aroma fresco de narcisos blancos:
es enero, y hay nieve copiosa.
Hace tanto frío que hasta las cañerías se congelan,
y de noche cruje la casa.

Tú salías y entrabas a tu antojo,
pero en invierno te quedabas dentro,
orondo con tus pieles de director de funeraria;
soñabas con la luz del sol,
soñabas con gorriones degollados,
gato negro, que ya no estás aquí.

Si pudieras encontrar tu camino
desde el río de las flores heladas,
el bosque donde no hay comida,
para volver atravesando la ventana de hielo,
para volver por la puerta de aire, cerrada con llave.